Delicioso cabrito hecho lentamente en el horno, con hierbas aromáticas y acompañado de patatas fritas. Otra receta de carne ¡para chuparse los dedos!
Antes de meter el cabrito en el horno, primero tenemos que salarlo y con la ayuda de un pincel lo engrasamos bien con aceite de oliva por todos lados.
En una bandeja para horno vertemos un chorrito de aceite y echamos los dientes de ajo enteros. Colocamos el cabrito en la bandeja y lo metemos en el horno previamente calentado a 180ºC durante dos horas.
En la parte de abajo del horno colocamos otra bandeja o recipiente con agua y unas hierbas aromáticas de tomillo y romero. Eso se hace para que no se reseque la carne y para que a la vez, coja el aroma de las hierbas.
Mientras se cocina el cabrito, en una sartén amplia, ponemos abundante aceite a calentar y freímos unas patatas, cortadas en dados. Cuando estén bien doradas, las sacamos, salamos y dejamos escurrir el aceite sobrante en una bandeja con papel de cocina.
Añadimos las patatas a la bandeja del cabrito asado (aún en el horno) y subimos la temperatura a 200ºC. Regamos con un poco de agua si vemos que la carne está demasiado seca, y listo.
Foto orientativa: Antonio Domingo
Para disfrutar de la carne del cabrito, hay que hacerlo a la brasa con paciencia y con mucha ciencia: eso es un cabrito al pastor, y queda delicioso.
Carne de cabrito macerada con un preparado de especias, y asada al horno hasta coger su color tostado característico. ¡Tierna y sabrosa!
De un delicioso sabor suave y con una textura muy tierna, el cabrito lechal nos proporciona una de las mejores experiencias en asados.
Si tienes invitados a tu mesa, esta fantástica idea para hacer pierna de cabrito te hará quedar como un rey.
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